Imagino que los padres de Juan no le comunicaron el fallecimiento del tío hasta después del entierro porque seguramente no estaban preparados para afrontar esa realidad con su hijo. Entonces opino que es preferible que los adultos canalicen un poco su dolor y desasosiego ante tal palo injusto que esta puñetera vida da a veces, antes de alarmar a un hijo pequeño con el dolor y nerviosismo del primer momento. No es lo mismo el llanto espontáneo y la mirada desorientada del primer momento de recibir una trágica noticia, que el llanto de esa misma noticia unas horas después. Así pues, creo que yo hubiese hecho lo mismo que esos padres, llorar y expulsar mi dolor junto con mi pareja ( otro adulto como yo) y una vez que me hubiese visto preparada para decirlo a mi hijo, pues entonces lo hubiese hecho de la siguiente manera:
A mí me gusta mucho contar cuentos y metáforas referentes a las circunstancias adversas y problemas que se presentan en la vida pues es una manera de decir verdades de una manera menos dolorosa y sutil para que el niño pequeño vaya tomando conciencia de la realidad. Entonces le contaría un cuento a mi hijo sobre lo sucedido, mirándole a los ojos, con ternura y cogiéndole las manos para hacerle sentir que no está solo, una vez hecha la actividad reflexiva sobre el cuento, le diría con la mayor tranquilidad posible, que su tío Juan había tenido un accidente como el personaje “x” del cuento. Le abrazaría y le diría que siempre recordaríamos al tito Juan con los momentos bonitos y agradables vividos con él. De ese modo el tito Juan nunca desaparecería de nuestros recuerdos y parte de él seguiría con nosotros. Le animaría a que se expresara como a él le apeteciera ( llorando, hablando del tito, viendo fotos, etc…) porque nunca se sabe como puede reaccionar cada niño.
Respecto a la pregunta de mi hijo a mí, que cuándo me voy a morir yo, pues yo le diría la verdad:
-Mi vida, no pienses en eso. Nos quedan muuuuuuuchas, muuuuuuchas experiencias por vivir y disfrutar juntos. Yo espero morirme cuando genga muchos muchos años y cuando conozca a mi nietecillo. Pero si alguna vez ocurre algo, no te preocupes, porque siempre habrá alguien a tu lado para ayudarte en lo que necesites.
Posdata: fuuuuu, me he emocionado porque mi hijo (de 9 años) me hace muy a menudo esa pregunta y dice que no quiere que me muera nunca…